La fábula fabulosa de Goshio, el pez dorado
Jaroslavs Kaplans

UNA FÁBULA FABULOSA
empresarial
Agua, agua por todas partes, ni una sola gota para beber…

Balada del Viejo Marinero» de Samuel Coleridge
Imagínese, mi Estimado Lector, un acuario verdaderamente inmenso donde encontraremos una pececita dorada, muy mágica y realmente amable en todos los sentidos. La heroína de nuestro cuento se llama Goshio.
IMAGINEMOS…
Mientras está en este acuario maravilloso y enorme, Goshio la pececita dorada puede escoger de manera muy independiente la dirección de su movimiento, su velocidad e incluso la profundidad de sus viajes. En este sentido, podemos considerar que nuestra Goshio dorada (y también adorada) es la verdadera soberana de su propia vida en todos los aspectos. ¿Cómo no? Ella toma todas las decisiones por su propia cuenta: qué temperatura quiere en el acuario, qué tipo de almuerzo o cena prefiere, a quienes quiere de amigos o enemigos, el nivel de oxígeno que mantendrá en su hábitat, el tipo de césped (o algas) que va a sembrar en el fondo del acuario, etc.
Un pez dorado INDEPENDIENTE?
Dentro del acuario, nuestra pececita dorada tiene todo bajo control (o eso cree ella):
-la temperatura
-el alimento
-el nivel de oxigeno
- el comportamiento de otros peces en el acuario
En todas partes dentro del acuario, la pececita dorada es independiente
Existe solamente un «pequeño» problema en la vida de nuestra Goshio…
SOLO UN PEQUEÑO
PROBLEMA
Resulta que el acuario en el que vive, y cuyos parajes recorre, tiene su propio movimiento, del cual nuestra pececita dorada está solo levemente consciente, no más allá de una gota, y que no entiende para nada.
EL ACUARIO TIENE SU PROPIO MOVIMIENTO
¡Pero, amigos! Esto no es sorprendente – a pesar del nombre fabuloso de nuestro cuento, el acuario no se encuentra en ninguna fábula ni cuento mágico, y nuestra Goshio adorada no está en El Dorado. No, Damas y Caballeros, el acuario está localizado en el meridiano bastante específico M, en el paralelo muy elegante P, en el país N (o quizás en el «país» de olas bellas y viajantes) de nuestro planeta Tierra – el tercer planeta que dista del Sol en la galaxia con el curioso nombre de «La Vía Láctea».
EL ACUARIO EXISTE EN EL MUNDO REAL
Nuestro planeta gira alrededor del Sol y también da vueltas sobre su propio eje, y a su vez todo sobre la Tierra se revuelve con ella – tratando de no volverse loco…Y este movimiento incluye, por supuesto, nuestro acuario (o, de hecho, el acuario de Goshio). Estas revoluciones son la causa de todos los fenómenos naturales que vemos diariamente: el relevo de la salida y puesta del sol, el vals de la noche y el día, el vaivén de las estaciones del año y la sonata de las mareas. Pero para Goshio, el amanecer es simplemente el amanecer y la puesta del sol es solo la puesta de sol – de veras, ¿qué tiene que ver la revolución del planeta con todo esto?
Pero incluso usted, mi Estimado Lector, mientras lee estas palabras en este mismo instante, también se está moviendo continuamente por causa de la traslación de nuestro planeta.
Nuestra muy dorada Goshio presta poca atención a lo que sucede en el «otro mundo» fuera de su acuario, porque está muy sumergida (en todos los sentidos) en su universo y en los eventos acuarianos. Y le aseguro que la vida en el acuario es plena y está llena de acontecimientos. Goshio piensa que la idea de que el mundo «de allá», afuera del acuario, también merezca su atención enfocada, es una idea sin ton ni son. La visión del mundo a la cual Goshio se aferra tan lealmente, a menudo le resulta peligrosa a esta pececita tan mágica, y la razón es que el entorno sí puede afectar el destino de nuestra heroína en gran medida.
ACUARIO
APARTAMENTO / CASA
CIUDAD / PAÍS
PLANETA
GALAXIA
USTED TAMBIÉN SE ESTÁ MOVIMIENTO CONTINUAMENTE
(incluso si no es consciente de ello)
Para ilustrar este punto: digamos que la temperatura exterior se precipita rápidamente. Esto quiere decir que las aguas cálidas y cómodas del acuario se enfriarán velozmente, y aún podrían congelarse, con nuestra Goshio adentro, imagíneselo usted. Y esto pasará, aunque Goshio no sepa absolutamente nada de la temperatura exterior.
LOS CAMBIOS EXTERNOS AFECTAN AL ACUARIO
Quiero ser muy claro aquí: cuando digo «el entorno», me refiero al mundo fuera de su acuario conocido. Estoy hablando del mundo «Paracuariano» y no del ambiente inmediato (dentro el acuario) donde vive nuestra heroína dorada.
Justo aquí, usted podría preguntar muy justamente, Respetado Lector, ¿cómo es posible que el acuario de Goshio se encuentre en el medio de la nada en el reino de Poseidón? Bueno, quizás alguna ráfaga perdida secuestró a Goshio de su casa acogedora y cálida, o quizás fue un tornado travieso.
Muy bien... Sin darse cuenta del mundo exterior, nuestro pez dorado también ignora el movimiento de su propio acuario a través de algún "otro" espacio; bueno, tal vez tiene una vaga idea subconsciente de que "hay algo ahí fuera". Sin embargo, el propio movimiento del acuario, impredecible y traicionero en ocasiones, crea pequeños y grandes problemas para nuestro querido pececito de colores.
AHORA HACE FRÍO
AHORA HACE CALOR
ALGO MAS SUCEDIÓ
100 KM/H
10 KM/H
NORTE
SUR
Digamos que nuestra señorita decide que ya ha llegado el momento idóneo para disfrutar de la vida, descansar de sus asuntos importantes y vitales e irse a pasar unas vacaciones en las aguas del sur, calientes y acogedoras. ¡Dicho y hecho! Goshio se pone a nadar hacia el sur a una velocidad de 10 km/hora, digamos. Nada dorada, nada que tú lo nadas como ninguna… ¡Ay, caramba! ¡Ay de Goshio! Desafortunadamente, nuestra heroína no está al tanto de que el acuario mismo ya se había empezado a mover con rumbo hacia el norte y con una velocidad de 100 km/hora, debido a una fuerza que nuestra viajera ni percibe ni entiende.
ACUARIA
PARACUARIA
(terra incognita)
MAPA del MUNDO DE GOSHIO
CAMBIO SÚBITO
¿¡Dónde estoy!?
¿CUÁL ES EL MOTIVO DE ESTE CAMBIO?
ANTES
AHORA
(súbitamente)
Puede ser también que ella siempre estuviera allá. Al fin y al cabo, es una fábula y Goshio sí es una pececita fabulosamente mágica. Entonces, sería de sabios ponernos de acuerdo en que dejemos este fenómeno sin exploración ni explicación por ahora y que sigamos con nuestro cuento.
Aquí está, nadando y nadando esmerada- y diligentemente hacia su cita con las corrientes cálidas y acariciantes de las aguas del sur (guiada por su propia estrella del norte), esperando poder bañarse en las olas simpáticas, tomar el sol, empaparse de la belleza increíble, de la serenidad del mar… Pero por todos lados solo hay tormentas furiosas, huracanes espantosos, vientos implacables, y lluvias frías a raudales. Pasa lo que le parecen cien años de eterna soledad mientras que nuestra Goshio lucha contra la intemperie dura e implacable, sabiendo que llegar a la meta cuesta, te cuesta tanto llegar, pero no alcanza ni su destino, ni su deseo más sagrado – disfrutar de su merecido viaje en las aguas calmadas y cálidas, en las olas apasionadas de aquel mar sureño…
En nuestra alegoría, el acuario es el negocio, donde el Empresario (el pez dorado) vive y trabaja. Es el hábitat natural del Empresario y también es su «corral natural», que impone límites sobre la «libertad de nadar» – límites que el Empresario aprendió muy, pero que muy bien a los inicios de su carrera.
¿¡Dónde estoy!?
Parafraseando la cita famosa de Samuel Coleridge, «Agua, agua por todas partes y no hay ni que pensar…». ¿Entonces para qué hay necesidad de estudiar cualquier otra cosa que no sea agua? – siempre pensaba usted.
Y esto es cierto, pero hasta cierto momento – o sea, lo es hasta cuando una gaviota se clava con toda rapidez hacia nuestra heroína y la saca de entre las olas.
En dos segunditos, Goshio llega a la brillante pero aterradora conclusión de que el agua no es la única cosa que hay en el mundo.
¡Qué lástima! ¿Pueden imaginar la consternación de nuestra heroína independiente y emprendedora?
ACUARIO
FÁBRICA
Todo es claro y familiar.Everything is clear and familiar
¿Dónde estoy?
Y si usted es uno de estos peces dorados, entonces toda su vida la ha estado viviendo en el agua. Lo único que conoce y que ha visto es agua. Desde la primera inhalación de sus agallas, no hubo nada más que agua en derredor. Su pez-papá y pez-mamá hablaban tan solo sobre agua y – ¡fíjese! – en el dialecto impecable del aguaspañol, sus tíos y tías, hermanos y hermanas y aún primos muy lejanos vivieron, viven y siempre vivirán, siempre felices solo en agua. No hubo momento en que se le escurriera ni siquiera una sola gota de duda sobre si estaba viviendo en agua o no.
Piense en esto:
Si durante toda su carrera usted ha trabajado en la fabricación, la fabricación será su «agua». La única cosa que usted conoce es la fabricación. Su papá y el papá de su papá trabajaron en fabricación. La fabricación es lo que usted estudió en la universidad y su primera práctica educativa fue en una fábrica, enfocada en fabricar varios bienes. En el transcurso de treinta años, lo único que usted sabía o hacía eran la cinta transportadora y la fabricación. Y entonces usted supone que lo único que existe es la fabricación.
Nuestra dorada y adorada Goshio tiene tan poca conexión con el mundo externo que no conoce casi nada sobre este. Su existencia autónoma, autosuficiente e independiente del mundo paracuariano (según cree) no le da motivo para quejarse. La idea de que el acuario pudiera tener su propio movimiento y que no obedezca sus deseos reales siempre le pareció un concepto demasiado increíble y esotérico para su forma de pensar estrictamente pragmática.
Goshio sabe con gran certeza que adentro de su acuario ella es la Reina Majestuosa (¡¿quizás Emperatriz?!) y que puede hacer todo lo que quiera (bueno, casi). Para ella, este punto es absoluta- y completamente inneGoshio-able. Sin embargo, la idea de que exista algo más, por allá, en la distancia misteriosa y surreal de los horizontes lejanos, fuera de las paredes del acuario, se le ha ocurrido tan solo una o dos veces (bueno, quizás tres, pero no más). Aun así, el concepto le pareció tan solo un espejismo – tenue y lejano…
Como dijo una vez Jack Welch, el legendario presidente de la empresa General Electric: «Si la tasa de cambio afuera sobrepasa la tasa de cambio adentro, el fin está casi por llegar.»
Y después deja de existir.
EL DÍA SIGUIENTE
UN DÍA
Para nuestra querida Goshio, la vida acuariana cotidiana simplemente continúa. Un día, las corrientes del acuario están calmadamente bondadosas, sin ni una sola ondulación – un espejo plano y cristalino. Pero llega el siguiente día, y todo cambia con la rapidez de un relámpago. Viene el día y vienen los vientos impetuosos de la nada, empieza el llanto de la neblina, se rompen las copas de una tormenta…El agua se vuelve turbia de color verde oscuro, a veces se torna en un azul oscuro muy amenazante, e – ¡imagínese! – asombrosamente hay tiempos cuando el agua se transforma en el color de la boca de un lobo (o de un tiburón). Todo desaparece (otros peces, las conchas marinas y la arena) en un abrir y cerrar de ojos (¡y sí hay que cerrarlos, porque el acuario se vuelve una terrible pesadilla!) – se quedan únicamente el mar tormentoso y las olas furiosas, destruyéndolo todo en su camino.
TU NEGOCIO ES TU ACUARIO
Familia
Educación
Pasantías
Carrera
Manejar el negocio
— La esfera propia de influencia, competencia e interés
— Esfera más allá del control propio
LA CONEXIÓN DEL PEZ DORADO (NO DEL ACUARIO) CON EL MUNDO EXTERIOR
es frágil e inestable
Área de lo desconocido
RESULTADO TRÁGICO
JACK WELCH
Presidente de la empresa General Electric
(1981—2001)
Si la tasa de cambio afuera sobrepasa la tasa de cambio adentro, el fin está casi por llegar
A veces, la vida acuariana le parece muy escabrosa a Goshio.
¿Qué puede hacer ante tal apuro? Bueno, hay veces cuando «…llora por cosas lejanas: arena del Sur caliente que pide camelias blancas». En otros tiempos duda completamente que exista su sueño, el Mar del Sur, susurrándose: «Ya no le quiero, es cierto, pero tal vez sí le quiero. Es tan corto el amor, y es tan largo este mar maldito...» Pero después, poniendo su aleta sobre el corazón, cree otra vez en su amor y siente «que respira el agua, que respira el agua que respira el Mar del Sur…» Realmente, lo único que sí puede hacer es creer con todo su ser que todo saldrá bien en este mundo, «el mejor de los mundos posibles».
Goshio recuerda sus clases de francés y piensa «c'est la vie» (así es la vida) y concluye que la Naturaleza misma firmó las leyes y las promulgó en este mundo. Y eso sin contar con la avalancha eterna de dudas, miedos sobre el futuro, remordimientos de los años inútiles e infructuosos, y de este regodeo nostálgico, eterno e infinito, de las hazañas de su dorada juventud.
A menudo, y «muy a menudo», una sospecha traicionera nace en la mente de nuestra Goshio… Seguramente hay un demonio muy diabólico y maligno con una sonrisa muy traviesa, un «diamonio» que se mete muy malvada- y groseramente entre ella y su querido mar azul, sujetándola contra la pared con sus espada-cuernos, no dejándola estudiar y entender el mar azul, abierto y bello.
Y esto, amigos míos, es el verdadero problema de Goshio, nuestra pececita adorada: a saber, ella no sabe casi nada de los cambios afuera… No puede ni observarlos, ni estar consciente de ellos. Por ahora.
Érase una vez, en otros tiempos, cuando yo también era un pez dorado, pero cuando descubrí que mi acuario se estaba moviendo sin mi permiso o conocimiento – como resultó ser –, me interesé cada vez más en esta pregunta: «¿Quién?» (y también «¿Dónde, cómo y para qué?») está moviendo nuestros acuarios con todos estos muy simpáticos – en todos los sentidos – peces dorados (Empresarios) dentro.
EL ACUARIO SE MUEVE
¿ASÍ ES LA VIDA?
¿QUÉ NOS AFECTA?
Pero me temo que esto apenas si le ayude a nuestra Goshio, por muy mágica, valerosa y dorada que sea. Además de sus valientes esfuerzos, también tendría que escoger cuál es la mejor manera de emplearlos. Por ejemplo, si solo supiera que de hecho el acuario se estaba moviendo rumbo al norte, que ella también estaba viajando hacia sus vacaciones árticas, podría haber hecho esfuerzos para preparar y proteger de la intemperie a su «nave» acuariana. También, podría haber encontrado un abrigo de pieles muy cómodo, caliente, elegante y cosido especialmente para peces doradas y adoradas – podría haber comprado este abrigo en lugar del traje de baño que acababa de comprar, pues los trajes de baño, aunque sean muy elegantes, no ayudan mucho en las aguas polares…
Cuando al final, una corriente misteriosa se lleva a nuestra inocentísima pececita al Polo Norte (asumiendo que pudo escaparse de la gaviota – y sí puede ser, amigos, que se haya escapado de este pajarraco monstruoso, pues a fin de cuentas es una pececita mágica), Goshio todavía sigue insistiendo y persistiendo, nunca abandonando su noble propósito de llegar a esas corrientes calientes, cariñosas y amables… ¿Que será de mí? ¿Dónde estoy que ya a mi amanecer el sol no viene más¬? Y antes de morirse del frío inaguantable en las aguas árticas y severas, mientras está temblando y tiritando por la terrible helada, nuestra heroína valiente decide con su cerebro «pezdoradeño» y medio helada, que simplemente necesita incrementar su velocidad hacia el sur de 10 a 11 km/hora o mejor, fíjese, a 12 km/hora y con un esfuerzo hercúleo, hace lo que decidió. «Espera, aún la nave de mi vida no ha partido, no condenemos al naufragio mi acuario…» A los ojos de nuestra pragmáticamente práctica Goshio, todo esto le parece muy, pero muy lógico: solo tiene que emplear un poco más de esfuerzo para resolver el problema y obtener el resultado, ¿o no?
Un hecho curioso es que en cualquier momento en el que el mar se vuelve tormentoso y turbulento, nuestra Goshio se pregunta con asombro, ¿por qué le están pasando tales vicisitudes?, ¿por qué la diosa Fortuna está enviando todas estas peripecias hacia su destino acuariano?
Cada vez que los Empresarios cerca de mí se encontraban con una tormenta (como perder una cuota de mercado, competencia creciente, nivel bajo del compromiso de los empleados, etc.), ellos ofrecían una solución interna, de «adentro» del acuario.
Poco sabían ellos que las aguas amadas de sus propios acuarios no eran las únicas que añoraban su amor y atención. No eran esas aguas familiares en sí las que tanto exigían su atención y comprensión, sino en verdad la intemperie, allá, afuera de sus corrientes cercanas, cómodas y conocidas – o sea, las Tierras Mercantiles y lejanas del mundo paracuariano.
Pero como fluyen las aguas y eventos, Goshio está condenada a quedarse para siempre en este remolino de corrientes impredecibles y precarias, tarde o temprano, helarse y morir de frío en estas aguas hostiles, cortantes y duras ¿Y usted qué piensa de todo esto, mi Querido Lector?
VENTAS
COMPETENCIA
MOTIVACIÓN
Mover las cosas por dentro no está ayudando